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Mostrando entradas de 2015

Equinoccio final

Los sueños, las fantasías de adolescencia ansiosa Convergen cuando descanso en tus pechos Porciones de divinidad celestial con un agregado luciferiano Que aojan mis razones más cartesianas E inundan de eclosiones rosadas a mi vacío local Vos encarnás todo eso que me hace bien En unas piernas sebosas y regordetas Propias de la estatura baja Que se coronan en una mayestática congruencia De pantalones de cuero y faldas aterciopeladas Obcecando hasta en las más bajas temperaturas del meridiano A cualquier espectador accidental de tu babilónica puesta en escena Te aprendí, nena de ojos de miel negra A querer así Te comencé a extrañar de manera involuntaria Tal como los latidos del corazón Sobre los cuales no ejercemos Autoridad alguna Un fatídico día del nivoso Me atosigaron los celos Consagrando tu embrujo escandinavo En tan abstruso varón Quién hubiera imaginado, nena Que vos te reís de la complejidad Y con un par de mates y atardeceres ex

Hora del té

Crepúsculo vespertino esbozado de beldad  Colorea con sus acuarelas el vuelo de las gaviotas  Que en simpleza aerodinámica  Bajan a beber agua del estanque y posan su majestuosidad  Para el deleite de los concurrentes  Que deambulando errantes por esta vida dantesca  Coinciden en Babel y se entienden  Se respetan y hasta se llegan a amar Tartamudeando mil lenguas  Y besando mil bocas  Fumando amaneceres con brassières decorando el suelo Sorbiendo ese café acibarado  Contemplando las bragas de encaje  y satén  Que mantienen  juiciosos a esos muslos de cartón 

El camino

Y así es como a veces gusto de substraerme de la realidad del calendario Cierro los ojos y vivo mi daguerrotipo vital Corro con ansias hacia ese ideal Endurenciendo mis puños Cristalizando el semblante  Aparentando mis labios, y de la rabia nerviosa  Una sonrisa obsesiva se destella de medio costado Flaqueado por las memorias de infancia feliz Y esa enamorada que ya va por el tercero Se me ha acusado de ser poco realista Yo, prefiero decir que estoy vivo.

Epistemología de pubertad

Va el lampiño Creciendo de a poco esa barba en retardo Y así progresivamente Enfocando sus atisbos en Pieles descubiertas en lugar de videojuegos No evita distraerse Con un par de gambas de satén, propias de la edad Pechos orondos que con insolente precocidad Logran substraer al pastor de su rebaño Renegaría a su padre Con tal de conseguir tu atención

De escarabajos rosa

Luces de navidad que encandilan el paso De los transeúntes inconscientes Eclipsan las lágrimas del linyera Que recostado se lamenta La crudeza de la Capital Se despierta la bella bermeja en su rancho colonial Observa los pastizales besados por el rocío Y juega con el escarabajo color rosa que se posa donde no debe Ignorando con tanta ternura El asedio de la urbanidad

Égida epitelial

Escribí nuestros nombres liados Sobre la capa húmeda de un cristal Y al ver que se borraba con los minutos Los volvía a grabar Ahí es donde noté Que la vida misma va borrando De puro caprichosa Lo que el amor con tanto esmero Logró estampar Y la égida no es cambiar de lápiz Ni mudarse de lugar Sino escribir una y otra vez lo mismo Hasta que la vida Se te canse de borrar

Sin pasaportes

Creía que la Postdam ya nos había enseñado Sobre odios injustificados Y ver cómo las mismas pesadillas  Van lentamente resucitando  En donde otrora se tomó la misma Bastilla Deja a Voltaire en su tumba pensando En el precio de la libertad Lo barato que es comprar una bala Y lo desigual de la fraternidad  La rosa de Borges se marchita altiva  Así como la del principito Cortázar ya no busca a la Maga  Hemingway se marchó de la fiesta pidiendo auxilio  A todos los artistas que se escudaron en su exilio  Y que París cobijó sin pedir pasaportes

En la distancia

En la distancia A lo lejos   Uno se da cuenta De qué importa y qué da igual Uno aprende a vivir solo  Y a morir acompañado De recuerdos trastocados De ayeres mejores  Y amores distantes Uno se termina enamorando De eso que no es Y termina añorando Lo que nunca fue Escucha canciones de la infancia Y así reminiscencias de papá y mamá  Y de daguerrotipos de inmanencias inocentes Propias de la felicidad

Retazo de muchachita

Caminando por la plazoleta Me la encuentro y todos mis sentimientos Esos lindos recuerdos que dan piel de gallina Florecen y asestan al miocardio Lazos en los cabellos Velo de tul rosado chillón Y un labial carmín Quiero invitarla a la calesita A jugar a las escondidas en el Panteón Acercarme a su boca cuando la encuentro de soslayo en la oscuridad Y besar sus mejillas con miedo inocentón

Expresión de agravios

Pasan y pasan los trienios Y yo sin poder preterir tu bemba carmín Y llego a fin de mes con un fardo de aventuras Sin charlas de seis horas sobre el qué sé yo Ni besos a bocajarro Te extraño en la opulencia -Siempre dije que si hay nostalgia en el bienestar, hay más que amor en el sofá- Mas no te perdono la coincidencia De dos líneas rectas paralelas Un verano invernal colapsar Sin posibilidad de contradictorio Sin recurso de apelación y condenado A esta eterna libertad condicional

A destiempo

Se abrazan ignorando  Una segunda oportunidad  Escondidos en el barrio latino Al son de una guitarra que melancólica  Gime de recuerdos trasatlánticos  Se besan sin un mañana  Se besan por el ayer 

Anahí

Arpas plurisonoras Hechizan al gringo fatigado Que anonadado Contempla el tiempo pasar sin demoras Esa piel quemada Crème brulée latinoamericana Dulce como la caña Agreste doncella bronceada Sopla las flautas de puro amorosa Artista fútil De penurias lanceoladas Que perfuman el aire   A flor de piel

Todos somos melomaniacos

Hay melodías. Sonidos arquitectónicamente puestos unos delante detrás o conjuntamente con otros. Tonalidades que simplemente, no podemos escuchar. Porque cuando las oímos, esa musiquita que percibimos entrar por las orejas, irrumpe maleducada, y pone en estado de sitio a nuestra misma conciencia. Sin preguntar, arremete contra todo ese orden viejo y quieto que se encontraba inmóvil en tu espíritu desde hace años. Y no entendés porqué. Y es como que las entrañas se sublevan, se rebelan. Quieren gritar. Empezás a lagrimear de la nada, y sin darte cuenta te cuesta respirar. Jadéas pretendiendo que no te pasa nada. La taquicardia hace lo suyo, como comandada desde adentro por esa música que te das cuenta, te está dominando. Y cuando menos lo esperás, los colores son de otro color, las personas que antes veías caminar como si nada, ahora, en un golpe de gracia, cargan mil y una noches de historias que contar. Te nace una rabia personal. Una exasperación nacida de la impotencia. Tu impot

Ombligo del mundo

Saltando barricadas post modernas Alimentando egos y encendiendo cigarros Caminan las ánimas urbanas y no entienden En qué juego el Sistema los ha imbuido Y se miran se estudian Se compiten y a la vez se agradan Y sus envidias se engarzan formando Una masa gaseosa densa incolora y con hedor A tensión sexual Un asíndeton orquestado De moda importada, moteles infieles y mucho tereré Te encuentro caminando por las calles Apurada. Siempre apurada No apreciás nunca tu entorno Ni vacilás en alguna vez parar A detenerte a contemplar Esta vorágine caótica Que a todos promete y a todos se traga Llamada gran ciudad O mejor dicho Capital

La Malquerida

Ojitos estirados Redondos y frustrados Mascullando una chipa arenosa Que su madre ya no alcanzó a vender Cutis de barro Moldeado con tanta aversión Infancia robada A precio de mercado En sus noches de prostitución Llora la indiecita Y los de apellido compuesto La miran apenas y de soslayo Calienta el brasero -El agua para el mate- Ya que fundieron su río Y sus aguas parecen más bien chocolate Presagiamos la peatonal de Palma Pero a los que venden pulseras en las veredas Ningún puto vaticinio Pasean los cerdos En sus yates por el Paraná Y de lejos Los paseros Para llevar el desayuno De sus castas parias La Chacarita, R.L. Petit Ellos desconocen Al Banco Bilbao Vizcaya Argentaria Los vemos por las noches Deambulando errantes por las villas Escapando con un poco de vida Para lustrar tus zapatos Durante el día II El mosto helado nunca estuvo tan amargo Los Comendadores del siglo veintiuno Los apiñan en la franja cost

Lucifer desatada

Anoche lo sentí al diablo como me susurraba    Lo pude ver cara a cara   Hombre alto   Fino   De tez larga    Y piel lozana    Me cantaba mientras dormía    Me hablaba de mentiras y de deseo    Bien cerca al oído   Sentí ensoñando, sus besos al cuello   Labios fríos,   Que me hicieron patalear de un temblor    Respiré su aliento tan de cerca    Que me lo pude dibujar   Pelo negro engominado    Ojos verdes punzantes    Y una boca de mazapán    Que me miente, me llama y me pone a desnudar    Me despierto lo sorprendo invadiendo mis piernas    Me dejo no me opongo tirito de frío    Sus manos dos témpanos tersos    Me tocan la consciencia y me provocan gritar    Aprieto sus brazos, los juego a pinchar    Siento que me posee   Me desafuero y me encuentro desprendida de mí   Llevo sus labios a mis pechos   Los exhibo gozosa    A

A tientas

No nos vemos   No nos hablamos   El sentimiento se limita a extrañar   Y así    Nos buscamos a tientas    Lanzamos indirectas    Sin carta certificada    De celos provocados   O de algún eclipse lunar   Pero    Nos sabemos mentidos   Vaticinamos el día a día    Y olvidamos al anochecer    Como el ciego que sabe   Al estirar su brazo en el aire    Que el lazarillo lo espera    Siempre ahí 

L'amoureuse

Sentado en el banco Soñás Recordás sus piernas primorosas Colmadas de antojos ajenos Desprovistas de mácula alguna Sus manos salpicadas de tanta doncellez Acariciaban rostros enfermos en afanes deísticos Y se entregaban al Pudor sacramentado Mal predicado De algunos cuantos II Al tercer cigarrillo empezás a sentir El perfume de sus cabellos en primavera Fragancias de manzanilla Venenos de azalea Piel lardosa Que llamaba a desvirtuar A tan pudibunda Nereida Y sentís en tu boca Su aliento estuoso Quemando tus labios Y excusando cualquier tentación

Enciclopedistas

¿Cómo describir al amor? Que cómo describir unos cuarenta y cinco minutos Reposando sobre tu vientre sudado Cómo nombrarle a eso que siento al besar tus mañanas dormidas sobre el sofá Después de una noche de crucigramas y helado de café Quieren inventar una palabra para eso que experimenta cualquiera Al tomar tu cintura y embriagarse De ternura Respirar tu aliento así, sin necesidad de ningún beso ¿Cómo llamarlo a eso? Me estremecés con ciento cuarenta y siete Tipos de escalofríos distintos Repeluznos denteras Y toda clase de espasmos E inagotable impresión Reís etérea con cualquier chiste Y mi consciencia agradece ser parte Del accidente de tu destino Cómo Quiero saber cómo Describir eso

La vierge rebelle

Recorriendo los montes va el arriero Machete en mano, fumando su soledad Las cigarras en coro Entonan una arietta Y avivan su andar Mientras, la virgen coqueta Lo espera en el arroyo Sin pudor sin vergüenza Lavando sus pecados con agua inmaculada Despertando deseos rijosos Y alguna que otra envidiosa venganza Marcha el mancebo Mascando una fruta inmadura Mirando de soslayo a las arañas Que atorrantas, le tantean punzar Sube un montículo enmohecido Que si bien no era el Olimpo Conducía a Venus, Helena y a Juno Todas juntas reunidas en la virgen De rizos rojos como la amapola Pechos orondos vientre jovial Su espalda lechosa. Llena de miel y de avena Terminaba en una cola sebosa Diáfana y procaz Se encuentran se miden Pugilista montaraz Le duele la pureza profana De sus caderas mojadas Temeroso de deshonrar ese fresco fino y pulcro Coloreado tan accidentalmente Que hasta parecería una contingencia astral Pájaro rebelde Que se

Soldados de nadie

Pasaron tantos años Y el tiempo que corre en espiral Una fuerza centrífuga que Da vueltas sobre un mismo eje Viviendo en un punto Lo que en otro ya se sufrió Nombres, apodos, dictaduras Golpes de estado, apellidos y marzos con bravuras ¿Todo para qué? Atardecer asunceno Observo a la gente caminar Nunca anda apurada Sin apremios de nada Sin presiones, sin miedos Sin sueños, sin perder Sin ganar, sin arriesgar Errantes por las calles capitalinas Deambulan sin que nada les persiga Y sin nada que perseguir.

Finos hilos de seda

Peñascos de ideas que vuelan por la capa fina De eso que respiramos, sin querer Vericuetos del vivir que nadie nos contó Y en eso vemos a los ídolos espurios zurcir nuestras rasgaduras Con finos hilos de seda Y agujas pústulas que anestesian antes de perforar Hilvanando con avidez las bregaduras podridas Del melodrama tragicómico De nuestro andar

Reloj de arena

Nada no llega Y todo se acaba Saturno no se abstiene Y los minutos que pasan El alma se miente En cuerpo viejo O mirada de joven El resultado no importa El final siempre es el mismo Júpiter se mimetiza en mentiras Mientras en el Olimpo lanzan dados al destino

Lapsus de ayer

Y llegan las reminiscencias Destilando fragancias de menta Anís Un toque de manzanilla -así tomabas el mate- Y pienso en tu boca lechosa Que en esos días en que el apocamiento me postraba a la cama y no paraba de fumar Me daba un beso en la nariz y en un abrupto -Así, como si una ráfaga de temperancia me golpeara la cara- Todo se ponía bien Y te acostabas al lado y llorabas conmigo Te colabas en el umbral mismo del espíritu Arrancabas pétalos y con ellos  te adornabas Si sólo las flores supieran ¡Que la que las tendría que adornar sos vos! II Cafés en terrazas rebuscadas Cigarrillos en moteles alejados Y respiros cara a cara por horas, en el auto Frente a casa de tus padres Cosas que uno a veces Al sonar tal o cual música Recuerda Ríe de costado. Y sigue adelante. III Hay días en lo que sospecho Tomamos mal el camino Ambos los dos  Y no me da culpa -en esos días- De volverme un uxoricida Alegar defensa propia Pretextar que

Anamnesis

Tiempo atrás Te preocupaban las miradas Y ornabas tu pensar Con alhajas diáfanas por los que se filtraban Mil y un engaños Bebías mucha cerveza y para caer bien Hasta fumabas también Tenías el corazón puro y te morías por corromper Dormías poco y admirabas al Che Brillabas como una Supernova Y reías al dos por tres Pero hoy Para poder despertar siquiera Ya te tomás un café Y de la risa al llanto amargo Pasás en un santiamén Te pesa el insomnio Soñando en vida esos engaños ajados Y ahogado Llorás sin derramar Una sola gota salada de represión desesperada Sin dejar Que la vida te gane.

Que coman pasteles

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Hoy es el 14 de julio de 2015. Hoy hace 226 años que el hombre decidió que el único que lo gobernaría, sería el imperio de la Ley. Hoy, hace 226 años que la sociedad suprimió la Monarquía. Hoy, hace 226 años la sociedad suprimió privilegios. Hoy, hace 226 años, la Nación se separó de la iglesia, y de toda religión y decidió no mezclarlas con el Estado. Hoy, hace 226 años, caía el Antiguo Régimen. [1] Gracias a un día como hoy, más adelante se proclamaría que un campesino debía - por ley- tener los mismos derechos que un Marqués. Hoy, hace 226 años se suprimió la nobleza. Y todas las injusticias a que ella conllevaba. Hoy, hace 226 años se despojó al Clero de sus privilegios y se los obligó a pagar impuestos y a someterse a la ley del hombre. [2] Hoy flameaba la bandera tricolor del rojo blanco y azul que tanto amamos, pero en las calles de París. Hoy se abrió la puerta a lo que sería la Edad Contemporánea. [3]