Volar sobre los campos Abriendo tus alas de algodón Te elevas, no miras abajo Dejaste atrás al olvido y al rencor Dejaste también deudas por pagar Y besos que cobrar también dejaste Pero el viaje tenía plazo de una tarde No titibueaste, paloma de guerras furtivas Subiste la cabeza al cielo azul e ignoraste A la Tierra y su fuego tentador Y en tus dedos Las gotas de mis mares Que tanto lloraron Cuando decidiste volar
Las mañanas son de su sonrisa y su tapado Que en los debates son siempre el mejor argumento Perfume de libros viejos que con la ligera fragancia de los cigarrillos de la mañana Despierta los instintos del más sabio y la sabiduría del más impetuoso Recorren atrás de las huellas que deja el stileto Digno de buitres, nunca de su carroña suficientemente dignos Sus perlas sobrevaluadas conocen el regateo El cuerpo es como la bolsa, te enseña Todo es pura especulación
Eco del alma Son tus bellos cantares Las líneas que en tinta China Seducen Cuentan mil vidas Y viven mil cuentos Tierra prometida en donde Encuentro sus besos Que no se explican Ni siquiera en mil versos Porque no se corta Por el filo de la mente Es verdadera poesía Es susurro del espíritu Deja vu de la carne
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