Epicúrea

Deambula por los surcos de su vientre primoroso

Albura sibarita que exige contento y suplicio

Máscaras venecianas, bálsamos fenicios y aromas cretenses

Que tienta a la incursión, que llama al abrupto

Besuquea su abdomen, a lo largo y a lo ancho

Azuzando alguna ofensiva femenil

Ella, condecorada con los más finos regocijos

Se coloca el antifaz

Y se deja vivir



Comentarios

Entradas populares de este blog

Minutos

Lejos, bien lejos.