El secreto de sus ojos
Mirada que asesta deseos sagitales
Me hundo en ese garzo sahumado
Y camino de soslayo hacia tu umbral ornado
De cuantiosos pebetes y fragantes oropeles
Peccata minuta frente a tus blancas pieles
A las cuales me rindo encenagado
Pero el sosiego de tu temple enjuto me cercena el tango
Que anheloso
Moría por dirigir
Me hundo en ese garzo sahumado
Y camino de soslayo hacia tu umbral ornado
De cuantiosos pebetes y fragantes oropeles
Peccata minuta frente a tus blancas pieles
A las cuales me rindo encenagado
Pero el sosiego de tu temple enjuto me cercena el tango
Que anheloso
Moría por dirigir
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