Quince de agosto

Madre de mi madre

Amante de mi ser

Expectante tiras tus flores

En los Tajys seductores

Buscando algún affaire

Pescando hombres y pescando niños

Con facilidad te aman y con facilidad te escapan

Siempre fiel siempre de miel

Los comerciantes de patrias

Importadores de culturas, infieles de dialecto

Ellos no saben de amor, mi amor

Y si hoy día te odio

Es porque de pequeño te supe amar

En las plazas del centro donde me llevaba papá

El Jardín Botánico, la calle Palma

Que hoy día es peatonal

Jamás un fan de Guarania

Hoy te amo más que en mi infancia

Te veo triste vieja y lisiada

Cornuda como ninguna; diste muchos hijos bastardos

Que probaron en Madrid, Buenos Aires y Santiago

Te mató el veneno de sus propios dardos

La historia se lee y la historia se repite

Pero la historia de tu centro y de tu noche

Sólo se respira, se siente y se vive

El jolgorio de los estratos

El coqueteo de los estamentos

Y es que así somos los paraguayos

Nos amamos unos a otros

Sea ganadero o sea de contrabando

Ya nadie te dedica poesía

Si escriben y si cantan

Le cantan a Río o a Mar del Plata

Pero existe un proletariado agradecido

Con complejo de Edipo y complejo de perseguido

Que te ama como a su madre porque su madre eres y maestra fuiste

Asunción, Señora de lo popular

El Pombero te cuida, afuera en sus campos

Alguien tenía que ser responsable de tu lengua intacta

De tus trapos

Y de tus cantos

Perdón si en ocasiones te traicioné

Si probé el néctar de tus vecinas

Y compré productos de Internet

Sos vos la Kuñatai más hermosa

Guapa fiel desde Salazar y Espinoza

Novia de vendepatrias, la más dama de las mujerzuelas

Sus vecinas la envidian.

Quieren su pudor. Prostitutas de alto rango.

¡Mas nunca dejaste el terere, la hamaca

ni la sombra del mango!

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