De burgueses feudales



Sale a la calle a comprar naranjas

Del frutero vilipendiado y resentido

Que de puro brujo, le vende lo peor

Camina 

Prende un pucho y quiere meditar

Mira los colores las faldas los chupines y las nalgas

Lentes de sol que tapan la expresión de su mirada

Y así, cree que sabe fingir

Saco a rayas y corbata de seda, bien fina

Sonrisa a medio costado que delata sus campeonatos

Es su vidriera de trofeos

Nariz repingada

Y mirá que la sabe fruncir 

Desnuda a sus cortesanas

Cómplices por siempre de su corona

En aposentos suburbanos 

Les da de comer y de beber 

De su espíritu feudal 

Labiales tangas y dolores

Hacen de su sadomasoquismo

Un escape necesario 

Y como las orgías 

No se hacen de a dos

A ninguna necesitaba 

Jurarle su amor

Su familia era su patria

Y su patria era su puta

Ni de izquierda ni derecha

Jugaba bien al fútbol con ambas piernas

Conoce bien la Torre Eiffel

Y el Lido Bar también 

Con un chasquido de dedos 

Ordena cumplir sus caprichos

Y si no

Trabaja sin dormir

Solo para probarse una vez más

Que es grande la diferencia 

Entre el mejor de muchos

Y el único de todos.

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