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Dónde estarán Tus caderas fosforescentes Que al compás de un buen jazz Tentaban a mi yo adolescente Te reías de mi prematura senilidad Y en tu bajo cachete izquierdo Un hoyuelo sideral Despertaba esa ternura casi maternal En el más abatido de los guerreros De esta batalla que llamamos día a día De facturas, cuentas bancarias, cafés sin azúcar Y a veces Sólo a veces Algo más.

Aleteando con pétalos de fuego Sin escala y sin retorno A las Tullerías, a encontrarme con mi Julieta Un poco coqueta, de más atrtevida Te encaja mejor una María Antonieta Golpeo a su puerta, entro a la cámara y la empiezo a amar Odio verte vestida Juno en los Eliseos, envidia la prudencia de esos senos Pitágoras no comprende La geometría de sus caderas Te degustaría hasta el alma Si natura me permitiera Aplacaste la sed de Calígula Con un solo beso Más no te olvides, mi virgencita desvirginada Los Templarios no quieren beber de tu Santo Grial Tan sólo Lo quieren cuidar

Qué pasó con el fuego Ese que nos calcinaba Y en las sábanas germanas Entre brasas y entre besos Nos prometimos que tal vez Que quizás Qué paso con el fuego ese Que nos motivaba Como que nos obligaba A dar A entregar Hoy, leyendo el diario del lunes Tomando un café amargo, y ya frío Me pregunto Qué le habrá pasado?

Madre de mi madre Amante de mi ser Expectante tiras tus flores En los Tajys seductores Buscando algún affaire Pescando hombres y pescando niños Con facilidad te aman y con facilidad te escapan Siempre fiel siempre de miel Los comerciantes de patrias Importadores de culturas, infieles de dialecto Ellos no saben de amor, mi amor Y si hoy día te odio Es porque de pequeño te supe amar En las plazas del centro donde me llevaba papá El Jardín Botánico, la calle Palma Que hoy día es peatonal Jamás un fan de Guarania Hoy te amo más que en mi infancia Te veo triste vieja y lisiada Cornuda como ninguna; diste muchos hijos bastardos Que probaron en Madrid, Buenos Aires y Santiago Te mató el veneno de sus propios dardos La historia se lee y la historia se repite Pero la historia de tu centro y de tu noche Sólo se respira, se siente y se vive El jolgorio de los estratos El coqueteo de los estamentos Y es que así somos los paraguayos Nos amamos

Creen los Templarios Que del farol de la Verdad Chispean luces de los mismos colores Pero cuando el agua turbia los salpica Izan su bandera y con eso Justifican el perdón Y acarician las piernas de Astrea Levantando su pollera Se aprovechan de que es ciega Y la suben al catamarán Que navega por los mares Movido por vientos que cambian por día Buscando ese istmo donde puedan Encontrar a Minerva Y así Explorar todos los océanos Desvirgando a la pobre Hasta llegar al fin del mundo Y comprender Que para algunos es el mate Y para otros es el café.

Si me dejaras una última vez Que te toque el pelo Que te huela la piel Que te llame por tu nombre Cuando desnuda acaricias mi pecho Y dormida. Muerta agotada De tanto sexo aberrante  Tierno y voraz Digno de buenos amantes Dejáme que por última vez Te respire el aliento Al amnecer De una noche con vinos  Y besos en la alfombra De tu vientre bondadoso Que esperaba ansioso Mi gesto de devoción Que se habrán hecho de esos atardeceres Que en el muelle nos jurábamos  eternidad  Y nos tirábamos al suelo a ver las nubes y sus formas? O sino veíamos una película y era una excusa para dormir en mi sofá  Apretados. Como los pajaritos 

Tengo unas ganas de gritarle a tu piel De darte besos directos al alma Quiero comer de tu miel Hasta empacharme Chuparte el néctar de la vida Y así emborracharme Hacerle el amor a tus ideas  Y poder conversar con tus sueños.

La comisura de sus labios cuando ríe Mirando mi mirada, esperando que yo desvíe mis ojos para que así Pueda tomar una bocanada de aire Ese aire tenso Impregnado de tu Channel número 5 Que altivo cae empapado en mi inspiración Provocando taquicardias flirtísticas El cielo romano nos acobija Caminamos por el monte de Venus Y allí, le di un beso Me enamoré de su bipolaridad De cómo fingía saber cocinar Y de como no sabía cómo amar

Ya uno se despierta normal Y qué es normal? Ver a niños caminar por la calle Descalzos A 39 grados y con mucho sol Chupando una naranja mal pelada Sucia y mancillada Ver en las noticias Niñeras, Mosqueteros A Parlamentarios en un putero Qué es normal? Pagar por vivir, tributar para existir? En un lugar así de hermoso El infierno latino más impermeable Madre de ciudades Qué te han hecho? Por qué estás desnuda y llorando? Por qué es que te cercaron? Qué son estos muros de ignorancia que levantaron en tus fronteras? No dejan escapar a nadie no permiten respirar el aire fresco de afuera Qué es normal? Rezarle a un Dios y a una Virgen Y pedirle por favor que Ruegue por nosotros pecadores Ahora y en la hora de nuestra muerte amén? Gritarle puta a una madre que trabaja para mantener Cinco hijos, un esposo enfermo, y un caficho además? Ver las noticias Y jurar que mañana va a cambiar.

Un veneno De dosis imprevistas No ahoga Tampoco deja respirar Cuántas puestas de Sol son perdidas Por sólo una tempestad Pero el mar El mar es infinito Se parece mucho al amor Pero si  se dejan A las olas del pasado Remojar y remojar A nuestra playa rocosa Nunca podremos mi amor Encallar

Se encontraban en un callejón nuboso El solía llevar una botella de vodka y dos paquetes de Marlboro Ella llevaba una pollera suelta lista para levantarse Y pocas ganas de portarse bien Solían discutir de filosofía, de la política y del rock and roll De Baudelaire, de Maquiavelo y de los tipos de Habeas Corpus Escuchaban un álbum de canciones viejas que hablaban de las drogas y del amor No llegaban ni a la mitad de la botella y ya se besaban como si fuera una larga despedida Tiraba sus bragas y en las apuradas Salpicaba de sus pechos pequeños Alguna ternura montaraz Le mordía el cuello Bajaba a los pectorales, desaforada Embriagada. Y no de la vodka. Y en un letargo carnal Él olvida todas las letanías intelectuales Y empieza a rezar a la filosofía de sus piernas aceitadas Con Crisma natural

Éramos había sido  Tan falibles  Tan predecibles tan maleables  Por los astros las coincidencias y ese yo qué sé Vivimos una vida pretenciosa Ajustada y sin excusas  No le podemos culpar A los astros Ni a las coincidencias  Ni a ese yo qué sé Sobre la hora siempre Pero mejor Que a las apuradas da más gusto Ese latido desesperante Apremiante De nuestras ganas cuando los ojos se ven  Pero al momento en que pintaste  Ese carmín talentoso Sobre tu boca tu indecorosa  Me compraste Me zambullí al Rin  Y con fuertes pataleos Te crucé mil fronteras Al llegar a Brandenburgo Izaste bandera blanca  Te quedaste sin qué decir Huíamos de las cataratas  Y buscábamos un frío  Otro semblante Una sonrisa sinvergüenza  Que nos tire para delante  Experiencias ajenas Para la bitácora o el anuario De nuestros anhelos resecados Y poder así, ponerle un check.

Las bellezas marchan por la piazzale Orgullosas de su acento  Se saben bien gallardas Entienden el por qué de tal parafernalia  Los intrusos admiran con vehemencia  Las formas los olores Alguno que otro tuvo el privilegio de un avistamiento protocolar  En los árboles se esconden  Los hilos invisibles que hechizan a los foráneos  El Norte no está marcado  Y qué poco nos importa  Perderse es encontrarse Y volver a la escena del crimen  No es siempre signo de culpa Sino síntoma  De satisfacción.

Sale a la calle a comprar naranjas Del frutero vilipendiado y resentido Que de puro brujo, le vende lo peor Camina  Prende un pucho y quiere meditar Mira los colores las faldas los chupines y las nalgas Lentes de sol que tapan la expresión de su mirada Y así, cree que sabe fingir Saco a rayas y corbata de seda, bien fina Sonrisa a medio costado que delata sus campeonatos Es su vidriera de trofeos Nariz repingada Y mirá que la sabe fruncir  Desnuda a sus cortesanas Cómplices por siempre de su corona En aposentos suburbanos  Les da de comer y de beber  De su espíritu feudal  Labiales tangas y dolores Hacen de su sadomasoquismo Un escape necesario  Y como las orgías  No se hacen de a dos A ninguna necesitaba  Jurarle su amor Su familia era su patria Y su patria era su puta Ni de izquierda ni derecha Jugaba bien al fútbol con ambas piernas Conoce bien la Torre Eiffel

Paisajes que nunca he conocido Praderas verdes Campos abiertos  Sonidos huecos El tren de ida no perdona las distracciones visuales Pienso en mi mama en mi hermana  En las peleas por el control remoto Los asados domingueros Los sábados de milanesa Mi viejo que me extraña en el cielo  Mientras quedamos a pelearla acá abajo  Los que saben vivir y los que pueden respirar Cementerio de sueños  Que va desde Mariscal López hasta San Lorenzo El discman siempre te hizo cerrar los ojos Y besar a ese mundo afuera de los barrios que te tocaron Y viajar al futuro siempre que haya voluntad Los chistes las novelas Los libros el Marqués de Sade El beso en las montañas  El calor en la nieve Flemas de catarros olvidados  Escupidos en suelos frustrados y hasta en fotografías  El aire que respirás siempre depende de uno El grafiti los políticos  Los apellidos compuestos  Los vasos de lata en la vereda

Volver a esos días de antaño En que nuestras pieles eran otras  Días en que tus labios brillaban a carmín  Y se encontraban con los míos  El camino que refleja la marea  A su eterna amante nocturna  Los vientos soplan rimbombantes  Cibeles posa su vientre  Y lo deja descansar  Cuando te abro la boca Consciente  Desafiante Aberrante Te enseño que la vergüenza no cabe cuando hay amor  Te desnudo la franela  Tus pechos Burbujas de canela  Chupo con estupor  Entre una madre y un hijo No deben nunca  Haber inhibiciones  Mas A priori, entre dos amantes No deben haber nunca limitaciones  Al costado de la playa Tus nalgas arenosas  Duermen en mis piernas de villano Pero mi amor Cuando los bandidos aman Piden perdón de antemano!  Bebo tu esencia  Sé cómo darte el placer Ríes de tanta complacencia De tanto gozo Tu n'est jamais satisfait!

Cuando vuelan los pelos Los nervios se ponen de pie  Te extraño mi niña  Recuerdo las peleas y los llantos Los besos en tu vereda por la tarde,  En mi auto, después de pelear Los insultos temerosos y las caricias espumosas  Largaban saliva de rabia Y también de seducción  A quién gritarás  esta noche   A quién le dirás que se acabó A quién le darás un beso en la frente Con lágrimas en los ojos  Pidiendo cinco minutos más

Volviendo  En uno de esos trenes que eran sólo de ida  Te colaste en el viaje En puntas de pie Amante de mi vida  Viste muchos paisajes  Que te hacían acordar uno a uno de tus pétalos perdidos Contemplabas esas hojas de otoño europeo  Marchitas. Ya sin color Y luego mirabas tu reflejo en la ventana  Ninguna metáfora te quedo alguna vez tan bien Pensaste cuando te cagabas de la risa  Acordándote en silencio  Esa vez que casi llegaste tarde a tu propia boda  Por intercambiar unos besitos con aquel gato siamés  Una "última vez" Mi flor mi pradera mi hoja de ruta  Te ves tan decepcionada con la vida!  Hay tiempos de polen  Y hay tiempos de fe Ni la rosa de Saint - Exúpery conoce tanta arrogancia  Sin embargo  Te es tan fácil hacerte adorar! 

Tiene que salir una jugada Ese golpe El disparo certero  No pedimos una victoria por diferencia de goles  Lo que queremos es un hoyo en uno  Robarle un beso a la rubia  Conseguir el perdón de la ex Vivimos pidiendo y pidiendo  Un tiempo fueron juguetes caros Mas tarde mendigamos amor barato Girando en el globo y tomando helados y bebiendo cervezas  Terminamos pagando compañías caras Y juguetes de pollera corta  Y hay que afeitarse cada mañana Controlar el aceite del auto Y decir la verdad por lo menos dos veces al día  Se hace difícil asestar  Crece la rabia Muerden los labios y empiezan a ladrar La frustración del siglo XXI  Para eso el licor Para eso la autoayuda  Leen a soluciones coloridas  Y fuman pipas pacifistas  Sin poder nunca  Golpear.

Encontrémonos en el gran reloj Paseemos por los canales llenos de historias Salpicados de sangre cristiana pagana y por qué no, noble también  Niña rubia de pechos juveniles  Ojos escarlata que atrapan en medio de lluvia Y hacen mi cielo escampar  Aliento a cabernet barato  Me habla nariz a nariz y yo sólo  pienso en besar  Me mira a los ojos con esa inocencia burlona  Me cuenta un poco de su vida en los últimos años, en los últimos tres minutos  Yo cuento los minutos para cronometrar el punto exacto entre el atrevimiento y la timidez  Fotografías que se estampan en postales de años atrás y que tomando el café  Uno echa de menos y prende un cigarrillo en su honor

Despierto con los rayos solares  Que me golpean la cara  Y secan las gotas de lluvia que empaparon mi rostro  Abro los ojos y miro a la plaza  Todos haciendo sus vidas  Todos corriendo  A quién sabe dónde  Apurados  Retrasados Retardados Olfateo un perfume divino  Que me despabila de la resaca  Vienes a buscarme  A rescatarme de esa suerte que elijo todos los días  Y todas las noches Me das de comer y me das de beber Mas yo solo quiero un beso y tu cuerpo desnudo  Me acuestas en la cama, mientras lloras en silencio  Me desgarran tus lagrimas mudas Tu rabia impotente  Te pido perdón pero es en vano  Y es que hay perros que están hechos para la calle  Perros que odian las correas  Perros sabuesos  Perros que aman cazar

Viajando en el mismo tren Te juego con miradas indiscretas  Y me responden con una indiferencia fatal El brillo de tus piernas encremadas de Q10  Encandilan mi juicio  Tus labios fruncidos Denotan tu intento de comprender el ajedrez  Miras que te miro Te ríes, incómoda  No sabes qué decir Ese escote guarda bien las pulpas divinas de tu tesoro carnal Pegas tu cara a la ventana fingiendo demencia Ambos sabemos, que ya estamos ahí No hace falta ni hablar

La incoherencia Se tiñe de blanco e implora la paz El júbilo de años pasados Los susurros Esos abrazos en las esquinas que estremecían a los amantes Esos besos robados en noches de asalto afuera del portón  Y si era después de una larga pelea, mejor Se fueron todos al fondo del río  Están ahogados, ahí en el olvido  Agonizando para ser traídos al recuerdo de vez en mes  Pero la memoria selectiva de las águilas no perdona una   Y es que cuando decidió abrir las alas y salir del nido  Entendió  Que ni existen las almas gemelas  Que la media naranja siempre está incompleta  Faltándole algo. Una mitad de algo  No de alguien no de vos  Que el mundo es demasiado grande para conformarse  Y mas grande aun para quererlo todo  Que el amor está en el equilibrio  Que la fidelidad es una vocación  Y que la madre naturaleza es una pendeja  Por obligarnos a sentir atracción  Comprendió también  Que los bes