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En el nombre de la Verdad

Creen los Templarios Que del Farol de la Verdad Chispean luces de los mismos colores Pero cuando el agua turbia los salpica Izan su bandera y con eso justifican el perdón Y acarician las piernas de Astrea Levantando su pollera Se aprovechan de que es ciega Y la suben al catamarán Que navega por los mares Movido por vientos que cambian por día Buscando ese istmo donde puedan encontrar a Atenea Y así Exploraron todos los oceanos Desvirgando a la pobre Hasta llegar al fin del mundo y comprender Que para algunos es el mate Y para otros Es el café

Después

Sentís la vibra Que recorre por tus arterias Decir venas ya sería llamar a la tragedia Caminando por la ciudad Y te reís por cualquier cosa Mirás a todos los chicos y todos parecen gustarte Bajás un poco el escote y conseguís robar la atención Miradas que se cruzan como navajas Cortan el mismo deseo pero proceden de metalúrgicas lejanas Te tropezaste al formular una oración completa Pero cuando besaste, repusiste la compostura Pasa su lengua por tus pechos, los endulza Se retozan, te ríes, y eres feliz Te habla en una lengua rara Pero sus gemidos se dan a entender Se funden en una esquina fría y oscura Emíeza a llover Tan mojados de saliva están, que ni les importa En medio de los destellos de luz de los rayos Logras ver la cara de ese Quien te hace el amor Le dejás una marca en el cuello Para que no te olvide tan rápido Para que no te olvide después

Rêve

Anoche Soñé que te besaba la nuca Soñé que te pasaba mi lengua por el viente  Del sexo hicimos un festín y un derroche  Me bebí de tu saliva y tu bebiste de mi amor Me alimente de tus senos y su elixir caliente Meditaste en los campos elíseos con mi cuerpo dentro de tu templo Y gostoza Me jurabas amor Me jurabas por siempre 

Bahía carnal

Nadar contigo en la lujuria y Ahí mismo Con arenas en tus muslos Y sal en tus pechos Que me condimenten los labios cuando los beso  Revolcarte en la mar y tomar todo de vos Y que en la mañana  Se me quede en la piel ese perfume a mares de noche Ese mar que solo es nuestro

Gema maleva

La piedra escarlata  Escondida en las canteras  Canteras de agua cristalina Así sos vos mi niña hermosa Una gema brillante  Entre las pétreas calcáreas del caos asunceno Una perla virtuosa  Escondida dentro de la ostra evasiva  Que duerme en los mares del pecado En profundas aguas turbias  Yacés vos Tesoro de este pirata ermitaño Tus curvas salaces  Llenas de miel y de avena Tus caderas finas  Y firmes como la caña Dulces  Como su néctar Tus ojos caramelosos Llenos de ambrosía divina Que al mirar transportan a veces a Dios A veces al Diablo

Shangri - La

Haces de luz penetran por las diáfanas de mi templo Rayos de helio deslíen la carne y encandilan las pupilas Las resonancias de sus aleteos mesmerizan al coro gregoriano Sus esmeraldas saltonas ablandan el espíritu y desconcentran en la oración Baja el fénix con su cola de fuego posando sobre el Altar Lleva gemas preciosas colgando de sus pechugas abrasantes Souvenirs de felonías de otras vidas Para esta rapaz de fuego no existe pecado Ni cielo ni infierno, ni vida después del morir Cuando ella ama, ella te quema Y cuando ella se incendia De sus cenizas, siempre vuelve a nacer No tiene Dios ni Diablo Sus labios, son su única religión Asalta Iglesias y Mezquitas Sinagogas y Mandiras No sabe discriminar Distrae a los monjes y entrega su cuerpo y su sangre Los invita a comulgar Te fija la mirada conjurando hechizos de galanteo y sugestión Mil avemarías  No alcanzan para encontrar la paz Que venden tus

Vacíos de borrasca

Se desató La furia del Mar por fin salió a flote El Marinero curtido por décadas de tempestades Expía en silencio sus motivos secretos Y los dolores que le subyacen Llora solo en su soledad, en altamar, con la Luna y las olas como testigos Las gotas incesantes de la borrasca Despistan las lágrimas que se confunden En sus cachetes golpeados De tanta vida y tan poco vivir

Zagala Real

Como una chupada rápida al mate Que quema, por no saber esperar Así se siente tu amor, Condesa mozalbeta Te escondes en pilares andaluces Peleamos por tus cruces Y nos pagas con posibilidad

Una tarde de domingo

Bajáte de la cordillera, bajáte ya Estoy esperando este atardecer, hace veinte atardeceres atrás Creí que no venías, dudé de la durabilidad de tu arrebato dominguero Venís descalza, chupando un mango, limpiando tu boca con las manos arenosas Harapos que dejan ver tus conos majestuosos a través de sus rotas deshilachas Y descubren una cadera taciturna, tierna, ávida del pugilato carnal Te rompo la blusa la tirás entre las ramas de pindo Un ao po'i barato que no justificaba el precio de mantener vestido tu torso Sudabas amor y temblabas lascivia Me invitabas de tu saliva Y a pesar de tu guaraní silvestre que no comprendía Esos gemidos de niña precoz pasivo - agresiva Resuenan en rincones de mi casa, y más en el patio, donde planté un pindo en tu nombre Y a pesar de una esposa, dos hijos y 26 veranos después Le sigo haciendo el amor a tu recuerdo Y dejo morir a mi cabeza reposando sobre tus cabellos negros Y te acaricio las curvas y me impresiono de la
Ni una  palabra decía el campesino. Fumaba su soledad contemplando el aura. Nunca la pampa estuvo tan desolada. Ni él mismo sabía cómo fue a parar allí. Agarraba sus cigarros de silicio y alquitrán por la mitad y echaba las cenizas entre las semillas de tomate. Y en eso aparece una nena que no era tan nena con los labios lilas pintados en carmesí. Había escapado del Congo y de la trata de blancas de ahí. Aunque hablamos de una sirena mulata de pechos groseros. Hinchados. Gritaban su pubertad prematura. Pero al cultivador no le importaba nada más que el circo de sus mulsos que radiaban un brillo salaz ante la puesta del sol que le salpicaba sus últimos piropos a ese santiamén hasta ahora inconcluso para ambos. El centauro reprimido por años de pobreza agraria se adjudicó una fuerza impía siempre perturbada por los garbanzos y la yuca que arrancar y en una enajenación amorfa besó tanto la boca de la preta que la obligó a lanzar unos suspiros de primeriza que le erizaban la piel agrietada

La cynique

Ahí en donde truenan los ojos Y se cruzan los cuervos del corazón con la débil sapiencia Y el amante llora su alma afuera exigiendo unas disculpas Que le son negadas como el pan a los pobres Se erige el más cobarde de los dolores El sufrimiento voluntario. Ratonera de idiotas Que se ríe de los errores de los hombres Alimenta a su estomago nauseabundo de guerrillas sin Guevaras Apolo mismo se volvió inseguro Al abrirle las puertas a la raposa Afrodita El soldado busca en las batallas cuerpo a cuerpo a su mujer Mientras ella lo espera, tomando un café Con el italiano del barrio, detrás del andén Y otra da de mamar al fruto de su unión, calmando los llantos del inocente Cuando su significant other se une con la locadora de servicios En una compraventa mentirosa De magma melosa Y euros que hablan impunemente El Cínico apunta su mirada a los detalles Hasta que el amante, perdió de vista a la escencia Y le da lo mismo la loma que el valle

Court-métrage

De noche se forman espectros El aire se vuelve pesado Díficil de inhalar La piel escupe un sudor lascivo Que la deja brillar Las siluetas oscuras  Mudas, recorren la cámara Se desvisten se humillan se aman y se atacan La diabética venganza de sus cuerpos no espera a sus mentes El sistema nervioso cambia de espina dorsal Y en un beso que arranca la boca de la sombra voluptuosa La película compra su digital sorround Las miradas  ganan el ajedrez a las palabras Que tímidas no tienen ganas de romper la cadena de primitivo fervor La sinapsis tiene lugar con las dendritas de la corteza gris de la otra figura oscura Cuyos contornos de piel mojada e hirviendo Van tomando forma animal Pechos grandes De prominentes pezones Anchas caderas  Y una escultura abdominal Introducen con prepotencia a la cueva de Afrodita Tan delicada tan exquisita Va pigmentando el caleidoscopio inmoral Qué chiquero de pasión! La más pura de las suciedades Una inmundic

Mundo sensual

Allá afuera te está Mirando desde lejos El ojo del maestro Controla tus pasos Él lo ve todo Toma tus decisiones Equilibra lo bueno y lo malo Lo que debe andar desnudo Y lo que debe andar vestido Se ríe de tus conclusiones terrenales Crea dudas en tus seguridades Rompe las barreras de tus sentidos Una lira que toca sólo de noche En ese paraíso en el que despertamos cuando soñamos El ciego, No ve lo que ven los ojos

Delirium tremens

En un tiempo de nevadas y de lluvias grises Partió mi alter ego A la madriguera de la savia de la amapola Allí encontré a varios amigos muertos Que creía conocerlos de libros y de discos Le hice el amor a Calíope Me abrazó como mi madre solía hacerlo Liberado de los odios Afuera de este mundo Y tan adentro de mí Me encontré con la fuente misma de la vida De ahí quise beber y beber más Pero la Naturaleza es sabia, y me dijo que no Desperté mareado dolido y riéndome solo Como si yo fuese el único cómplice y testigo De aquel sexo desenfrenado Con eso que no podemos tocar Con eso que normalmente, No podemos pensar.

El amor, las mujeres y la vida

Quizá el primer machista del mundo Fue el mismo Dios con toda esa teoría Genesista de la costilla del hombre Y demás mentiras Debieron informarle, que es al revés. Que nosotros todos (los varones, y las mujeres también) Salimos de las entrañas de una mujer. De una madre. Nos dormimos en su vientre Nueve meses. Comemos lo que ella come. Respiramos su espíritu Le hubieran dicho eso, al mentiroso del Antiguo Testamento Diosa y verduga nuestra El Jesucristo mismo vino a la Tierra. Y con él vino Alá y también Siddharta Y se fusionaron en una piel suave, pechos redondos y cadera firme, gruesa Una criatura capaz de dar la vida, de la que tanto hablan las biblias Y capaz de no darla, o de quitarla, también Y he aquí el secreto de todas las féminas Son dos sus poderes por sobre los hombres El volumen de sus pechos Y el volumen de sus lágrimas Uno apela a la atracción, a lo animal El segundo a la conmiseración, a la humanidad Nos compran y nos venden como merc

Ataraxia atractiva

Linda Linda como siempre Con sus sonrisas agudas Que incisivas corroen el autoestima de hombre grande Al verte entrar al bar Tu mirada egipcia, de ojos finos y maquillaje patricio Que te pintan esa alcurnia parisina Que la calle no te dio Caigo como manzana madura Cuando veo el piercing metalico en tu nariz repingada Siempre alta. Altiva. Aires de ataraxia atractiva

De mitos y de pudor

Con una sonrisa escarlata Que penetra que desgarra A sus amantes, cuando la ven pasar Y cómo le duelen esas carcajadas Y cómo le duele verte bien Es la felicidad del otro a veces,  Esa cruz por la cual Jesús atraviesa un calvario y al final No sabe si se va a salvar  El cielo se despeja si la ve llorando La ve implorando Y la piel se le distiende Cree que llueven posibilidades Le desea con todo su amor El peor de los destinos de Venus Pero la Ninfa se burló demasiado Y Atlas se rebeló  Aniquilo a Venus por venganza  Y se encargó de que Eros No lo llamara nunca más Se marchó a los Campos Elíseos  Donde llorando una tarde, conoció a Minerva Ella solía consolar los dolores de la guerra con libros y adagios Pero con él hizo una excepción  Y guardándolo entre sus brazos  Le mostró la Luz Le abrió la jaula a Lucifer Que por si no saben, hasta en Atenas existe En eso se aproxima la puta

Más allá del bien y el mal

Cada historia que se escribe Convence al caballero cada vez más De que el Karma no existe  A la vida se le acabaron los boomerangs Jesús se cansó de dar la otra mejilla Se dió cuenta de que igual no iban a aprender Y mientras Luzbelito se regocija  En el mal que permiten los buenos Y se pregunta entonces San Pedro Y si era a la inversa. Ganaría el bien? Implantemos entonces un reino de mal Un Estado de terror  Dijo Mahoma a Alá Los querubines temen por su pequeño corazón Es que siempre hicieron el amor Y no conocen de sexo con condón Y el Ariano laboralista Solo quería igualdad  E incinerar a Sión Y el hombre que se salvó de ese temblor Hoy bombardea Palestina Y mata a niños en Gaza Por diferencias de religión Una pena que Sidhartta  Tenga política de no intervención Y como todas las cosas en este mundo El que no seduce es seducido  Y el que dispara primero, es el que cuenta la h

Pensée affectueuse

El velo del turco Un beso francés  El amor en bandejas de plata Y la traición con el mejor postor La tequila que nos presta su mundo tecnicolor Sin tristezas Sin felicidades Se rompió el vestido Se hizo temblar a esa cama El televisor, celoso, cantaba fuerte un video de Madonna para despistar Barrios chicos mentiras de ayer Besa la copa para olvidar Desciende Mete su lengua donde no debe A ley pareja nadie se queja La venganza  Cuando es justa No es pecado Es Un privilegio 

Check mate

Mis miradas orbitan sin cesar Por la galaxia de tus gambas  La furia de Natura  Se transmitió a tus circunferencias  Y como alfil de poca monta Te quiero acorralar No te rías ni te burles Como siempre te compraban con perlas No conoces el delirio de ser cazada Siempre amarrada En sábanas de seda que no cuentan  Nada nuevo nada vivo  Vine a pinchar tu burbuja  Vine a desnudarte más que la piel Me besas me empujas Te da rabia Y te gusta  Yo pensé que sería difícil Pero acorralé a tu vientre en un jaque pastor Y aprendiste de canibalismo amoroso Y empezaste a mentir, a seducir, a jugar con tu cuerpo para ganar y a decir la verdad, entre sábanas, ahí, todavía no aprendiste a mentir.

Pastorcita mentirosa

Pobrecita Pastorcita Ya nadie te cree Robaste mucho tiempo Con esa sonrisa de almíbar Y esa colita cuadril Ya nadie compra esas miradas de muchacha triste Esas lágrimas de azúcar, Que recorren tu tronco y siempre terminan en la loma del santo pecado, Mejor ahórratelas Los berrinches de niña bonita Los caprichosos intereses Que tu carne generaba A los cuentacorrentistas de tu libreta negra Ya bajaron a tasa cero El santo rosario se cansó de arder en tu pecho Y hasta el mismo Jesús terminó en eso de Ver para creer Y así, después de joder a media Capital y a unos cuantos barrios chuchis de la periferia Te desterré, pastorcita mentirosa Una gulosa Quería flores de loto en una gruta chaqueña Quería besos de enero en agosto, a fin de mes.

Animales salvajes, pero de bien

La tigresa Vestida de pavo real Espera condescendiente La venida del ciervo blanco Ya es su hora Pero él tiene la tendencia de hacerse esperar El bueno nunca pone empeño cuando se trata de mentir Ingresa cada noche a la guarida Para convertirse de nuevo en su presa Si se entera el Felino Mayor... Qué harán? -se cuestionan mutuamente No importa, cuando el bueno miente, sabe cómo seguir pareciendo bueno Y he aquí lo más peligroso de los chicos buenos: Siempre justifican una inconducta Si avala un bien superior

Un mundo de adultos

Te imponen ideas con sus educaciones Ya no quiero más libros, no quiero más aprender Cómo hacer plata cómo fue la Segunda Guerra Mundial  Álgebra aplicada. Y también cómo coger No voy a creer nunca No me terminan de convencer Que la vida es así porque sí Ya te impusieron el mundo, mi rey Y te hablan de que así es El Sistema Y de que no lo vas a cambiar  Estoy cansado de escuchar que ellos te espían que tienen todo controlado Que Monsanto que el campesinado  Que Ellos te espían  De noche y de día Venden la mierda Y la compran al por mayor Pornografía barata  Cigarrillos de mentol  Hamburguesas de Mc Donalds Medicamentos con dosis de dolor  La puta de Babilonia esta riendo Con mil Jesucristos crucificados Y un Simón Pedro Que les niega cada día

Proposición frutal

A quién no le gusta Comerse una naranja? Pelarle la cáscara y tirarla Como si fuera que no sirve Nos molesta, esa cáscara Observamos la fruta por dentro Nos obsesiona su color Agarramos un pedazo Y lo hacemos nuestro Lo abrimos, vemos la pulpa Y como un primate en medio del Amazonas Empezamos a devorar Mordemos chupamos Tan instintivo Sabemos bien como disfrutar a nuestra fruta, y eso que nadie nos enseñó Nos vamos al estanque Para limpiarnos los labios Llenos de pulpa mancillada De acidez disfrutada Nos asusta ver el reflejo en el agua De nuestra boca llena de licor cítrico Pegajoso Casi sucio Nos agarra la culpa y procedemos a lavar Pero cuando caminando, vemos un naranjo Difícil decir que no A tanto néctar esperando Lamer su glucosa Fregarla por nuestra cara Melosa A quién no le gusta