Pastorcita mentirosa

Pobrecita Pastorcita

Ya nadie te cree

Robaste mucho tiempo

Con esa sonrisa de almíbar

Y esa colita cuadril

Ya nadie compra esas miradas de muchacha triste

Esas lágrimas de azúcar,

Que recorren tu tronco y siempre terminan en la loma del santo pecado,

Mejor ahórratelas

Los berrinches de niña bonita

Los caprichosos intereses

Que tu carne generaba

A los cuentacorrentistas de tu libreta negra

Ya bajaron a tasa cero

El santo rosario se cansó de arder en tu pecho

Y hasta el mismo Jesús terminó en eso de

Ver para creer

Y así, después de joder a media Capital y a unos cuantos barrios chuchis de la periferia

Te desterré, pastorcita mentirosa

Una gulosa

Quería flores de loto en una gruta chaqueña

Quería besos de enero en agosto, a fin de mes.

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