La Araña

La araña aparenta

Nos teje su tela

Siempre y cuando la mosca 

Se deje caer

La viuda negra acecha

A las presas más finas

Esperando a un Rey Momo

Al que pueda besar 

Y dejar en sus labios, ese néctar distinguido

Con el cual compra a sus maridos 

Y en el momento exacto

Inyecta el veneno

Que deposita en sus nalgas;

Como toda araña

Es ágil y trepadora

Seduce y enamora

Y come muy voraz al primero

Que se deje enredar

Pero siempre está triste, llorando a algún fulano de tal

Vive vestida de negro, con perlas grandes sobre su cuello

Y diamantes en su anular

Se conforma con saber que fue reina

Y que ese reino no fue de sal

Pero huyó muy temprana de ese cuento

Eligió olvidar esa realidad

Hoy camina en castillos

Y usa vestidos, de Chanel y Cavalli

Y de repente sueña, con tener sexo de verdad

Y entonces escapa la viuda 

Buscando algún sapo 

Que la sepa besar

Y en eso cae en los estanques y se ensucia

Se llena del lodo, se llena de paz

Se expone a tormentos que la sangre azul no permite

Y a placeres, que tampoco

Y por las noches se arrepiente

De no haber pensado dos veces

Antes de de tejer

Y antes de cazar.-






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