Las mañanas son de su sonrisa y su tapado Que en los debates son siempre el mejor argumento Perfume de libros viejos que con la ligera fragancia de los cigarrillos de la mañana Despierta los instintos del más sabio y la sabiduría del más impetuoso Recorren atrás de las huellas que deja el stileto Digno de buitres, nunca de su carroña suficientemente dignos Sus perlas sobrevaluadas conocen el regateo El cuerpo es como la bolsa, te enseña Todo es pura especulación
La incoherencia Se tiñe de blanco e implora la paz El júbilo de años pasados Los susurros Esos abrazos en las esquinas que estremecían a los amantes Esos besos robados en noches de asalto afuera del portón Y si era después de una larga pelea, mejor Se fueron todos al fondo del río Están ahogados, ahí en el olvido Agonizando para ser traídos al recuerdo de vez en mes Pero la memoria selectiva de las águilas no perdona una Y es que cuando decidió abrir las alas y salir del nido Entendió Que ni existen las almas gemelas Que la media naranja siempre está incompleta Faltándole algo. Una mitad de algo No de alguien no de vos Que el mundo es demasiado grande para conformarse Y mas grande aun para quererlo todo Que el amor está en el equilibrio Que la fidelidad es una vocación Y que la madre naturaleza es una pendeja ...
La mañana me sorprendió Con la rutina de siempre Maravillosa como nunca Corriente como ayer Y en el balance general de mi Yo Hoy me entrego Bien saciado Me diste muchas sobremesas En ocasiones terminé con antojos impagados Otras muchas Bien atiborrado Todos temen correr La misma suerte inefable Pero si hoy yo Te beso un adiós, amiga amante Me iré sonriendo y fumando En el pecho llevando Todos mis pecados Y mis aciertos desinteresados No es que quiera dejarte antes de tiempo Ni mucho menos que ya me seas insuficiente Pero el pimpollo Ya hizo eclosión Ya prestó su servicio Y a alguna primavera adornó Y enfrenta esa moción De frente Sin temor Mis remordimientos Consecuencias de los dictados Del corazón Se declaran en rebeldía De ese llamado juicio final Mi orgullo de pie te miraría fijo a los ojos Un último saludo de visera ...
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