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Al amor Se lo encuentra viajando Se lo conoce de repente Despeinado, y con sabor a café El corazón late más rápido Si sabe que no hay mañana Los besos se dan mejor Cuando la noche se acaba Amanecer desnudos Los dos Mirarnos los contornos Y entender Que no importa lo que nos traiga el Lunes Y ser felices Felices de la vida

Nunca entenderán Nuestro pacto con el diablo Ese diablo que tenemos dentro Ese ángel que fue expulsado de nuestros cielos Por ese Dios soberbio Ese Dios que escucha a los demás Ese Dios que cumple horarios Y siempre dice palabras educadas El verdadero jardín del edén Está en la mentira En nuestro escape Me agarrás la mano caminando por calles donde nadie nos conoce Y no sé como llamarle Volví a la normalidad Volvimos a la Capital Haciendo informes Sorbiendo el café Tirando suspiros que desprecian a la normalidad Me viene ese  déjà-vu Y escucho tu nombre en el ambiente Me muerdo los labios Y exhalo una risa de sinvergüencía absoluta Y no sé Cómo llamarle Ya acabaron las vacaciones Invento partidos de tenis Torneos de póker Y vos Peluquería Teñidas de pelo Masajes reuniones salas de té Y amanecemos Los domingos Comiendo en la cama Y sexo en la cocina Todo al revés, como nos gusta Nos miramos Y no hace falta ni dec

Te venís, catorce Te venís como un toro en las corridas Y yo sin vos Sin ella Sin aquella Qué se habrá hecho de aquella? Los nombres No los confundo Son demasiado especiales como para tal error Pero las pieles Las suelo invocar A veces, en la sala Cuando con mate, escucho baladas Y me dejo fantasear Esos labios que me recorren el pecho Llamándome el mismo nombre Con distintas voces Con distinto sabor Algunas de ellas fumaban Algunas no A ella le gutaba el Pinot Noir A aquella el Cabernet Sauvignon Rubia morocha trigueña De ojos verdes, de ojos pardos Ojos miel y ojos mentirosos Me llenaban la boca con perfumes pocimosos Creando dependencia varonil A esos pétalos de  rosa O de orquídea o de margarita Que siempre amé Arrancar

Leés mis labios Y entendés bien No te quiero para mañana Pero, es que, ya te quise para ayer Entonces, linda, si hoy te tengo Quizá no te quiera para mañana Quizás no Quizás no sé Quizás no importe Dame un beso con rabia Dame tu rabia del mañana que no hay Porque ayer y antes de ayer Ya tragué suficiente ponzoña Dame ese dulzor Sosegá al futuro incierto Y pedíle revancha al ayer, que altivo Cree que ya nos adivinó Abríme tus piernas de nácar Y zafáte del molde por una noche O por dos O por diez Dejáme llamarte con apodos tiernos Que para el piropo no existen protocolos ni etiquetas  Y no hace falta sentarse bien en la mesa Ni saber agarrar los cubiertos Para darnos a entender

Sos la niña de ese rojo Ese rojo que encandila Te reís, y me callás la boca Te veo y te observo Te miro te ficho Y mi cabeza pregunta cómo es que todavía no te imaginé En mi cama Sudando Pidiendo más Pidiendo Dios sabrá qué En cambio te veo En el parque Tirados en el pasto Tirando migajas a las palomas Que envidiosas Se rodean de nuestro affaire Me juegas un beso a la mejilla El cachete se estremece Y muero de amor

Hay ciertas gentes Que la verdad no las entiendo Hay ciertas gentes Que dicen tenerle miedo a la muerte Que dicen toco madera Que se despiertan todos los días Y toman su desayuno Porque sí Gente que cruza los dedos antes de lanzar unos dados Pero que sin embargo, no les gusta apostar Gente que dice Gracias a Dios Si Dios quiere Y ojalá Y que se visten tapando sus pechos Y que siempre Bajo cualquier circunstancia Te desean buena suerte