El Leon se puso triste
Cansado de tantos posibles y de esas contingencias que uno espera, se fustraba de repente, rayaba la tarjeta que no se olvida de venir a fin de mes, y compraba dos birras y un paquete de cigarrillos y se ponia a escuchar tal vez un let it be, queriendo encontrarle una solucion a la coyuntura que nunca dejo de tratar de arreglar, se cansa el pobre guerrero guarani. Se hastia, se jacta que puede pero el verbo no se sustantiviza no se vuelve materia palpable para su paladar y fuma un rubio esperando algun sabor que lo conforte pues la familia tiene un nuevo miembro y la chica con la que sale es hija de senador y el sueldo de su jefe no da y asi no se saborea un carajo, piensa. Es un verdadero karma el de la clase media, el arte de vivir y la muerte en vida y la vida en sueños que se ven en los carteles de publicidad al inicio del verano y que uno aprieta con rabia antes de ir a dormir pensando en esa tarjeta de credito y en el combustible y en el trafico, ay ese trafico. Y el guerrero gua