Abrojo de Creta
Encarnizada para dar la lucha   Oscila como péndulo la bacana   Escapa de los rieles y a nadie escucha   Sola en Buenos Aires, y sola en Atacama   La manceba de raza aria se cansó de escaramuzas   -¿De qué me sirven los besos sin cama?   Se pregunta angustiada en toda su bulla     La soledad le ha ablandado la curtiembre   Pero los amores del ayer, la persiguen con hastío   Y se encuentra agobiada por el caos de la nada, como siempre   Prueba un poco más del ron a tal punto, que el castigo   -se pregunta- ¿es un suplicio,   o una bendición?   Y altivísima, adorna su temple   Con una mirada satánica de macho cabrío   Cuelga su título de Universidad europea sobre algún mueble   Y se decide a vivir     Perdió el miedo a la tumba hace cinco años   No busca ni santos griales ni su elixir   Perdona ofensas al dos por tres   Pero venga -y con intereses- esa falta de cama   De un buenas noches   Y de que tantos casados   Le digan que sí.