Tanto para darte
Piel de leche y avena Ojos de miel con café Me duele al verla caminar La sueño en el semáforo Yo besándola y sacándole las ropas Te llamo en silencio Y nos veo despertando un domingo En algún bungalow escondidos De lo demás Me diste una sonrisa de cortesía En la fila del banco Morí de ansiedad, no pude hablar Días después te vi en el parque De la mano Con alguien más Un intruso que llegó a destiempo Desgarro directo A la aorta principal Tenía ya Tanto para darte Yo te amé desde mucho antes Y me acostumbré así A amarte de lejos Como un ángel de la guarda secreto Que se hería cuando lo besabas en la boca Y moría un poco, cuando te dejaba llorando Te saludaba cronométricamente A tu salida, a las seis Siempre en la glorieta, miedoso A que hoy me confesases toda la vida que ya yo sé Con dos o tres copas de vino Y termine en algún beso fortuito Te conozco y