La cynique
Ahí en donde truenan los ojos Y se cruzan los cuervos del corazón con la débil sapiencia Y el amante llora su alma afuera exigiendo unas disculpas Que le son negadas como el pan a los pobres Se erige el más cobarde de los dolores El sufrimiento voluntario. Ratonera de idiotas Que se ríe de los errores de los hombres Alimenta a su estomago nauseabundo de guerrillas sin Guevaras Apolo mismo se volvió inseguro Al abrirle las puertas a la raposa Afrodita El soldado busca en las batallas cuerpo a cuerpo a su mujer Mientras ella lo espera, tomando un café Con el italiano del barrio, detrás del andén Y otra da de mamar al fruto de su unión, calmando los llantos del inocente Cuando su significant other se une con la locadora de servicios En una compraventa mentirosa De magma melosa Y euros que hablan impunemente El Cínico apunta su mirada a los detalles Hasta que el amante, perdió de vista a la escencia Y le da lo mismo la loma que el valle